Desde que se siente ese cosquilleo viendo escenas fuertes en
la tele, estás listo para determinantemente someterte a la razón. No corazón y
mucho menos “calzón”. Fuerte ah!!
Mis inmaculados 15 años llenos de nuevas experiencias de todo
tipo, cuando descubrí que el arte de la seducción nace contigo, no se aprende,
es innato, y surge cuando menos lo esperas. Muchos a tus pies esperando un sí,
pero no como el si qué esperas a los 25 o 35, es un si imprudente en tu boca
que surge arrogante de tu cruda conciencia.
Este capítulo básicamente habla de lo que no se debe hacer.
No tomes decisiones con el corazón para eso tienes el cerebro, déjale los
sentimentalismos, en otro momento el decidirá mejor pero cuando eres una
adolescente cachonda las hormonas se vuelven sentimientos y realmente esos no
cuentan como tales, ellos no se mueven más arriba de tu cintura, más bien solo debajo
de ella.
Pero bueno, como llegar a esta situación, es una sumatoria
de bienes y males de aciertos de padres y desaciertos de hijos necios. La vida
sexual de alguien determina muchos aspectos de su vida, y si, seguramente muchos dirán “espera”, “espera
todo en su momento”, pero tu cerebro y
otras cosas van mucho más adelante y seguramente escuchas una voz con eco en tu
cabeza, “y ,si es este es el mío”, “mi momento” podrá ser muy tuyo pero
entiende, tómatelo con calma, cuando se es adolescente, se adolece de
conciencia, de razón y sentido común, recuerda que mientras llegas a la adultez el amor es subjetivo, y siempre, indiscutiblemente no es para siempre.
Cuando una cosa lleva a la otra, y otra a otra, te
encuentras decidiendo con o sin, y tu cómodamente dices sin, obvio a mi no me
pasa lo que a las demás. Es mejor, es más natural, se disfruta más. ¿Pero qué
carajos sabes tú de disfrutar si no llevas viviendo sino 17 años de la vida?
Disfruta, las sonrisas de los juegos, las salida que tengas
con tus amigos amigas, aunque no te llenen lo suficiente la vida se encaragara
de mostrarte que eso lo debes disfrutar, la vida no es mas que una sumatoria
que a nadie le importa el resultado que tendrá, es una sumatoria tuya, no hay
competencias, tu solo suma para ti.
Buena pregunta, después de 10 años de estar determinando, lo
que te convirtió en una madre tan joven.
Mientras asistes a la escuela y te descompensas de repente
cuando tu salud siempre ha sido perfecta, algo no es normal. Cuando tu panza se
abulta y tus pechos se hinchan, tampoco es normal aunque hagas el esfuerzo de
mentalizarte, que quede claro, por más que quieras hacer pasar tus síntomas por
normales el hecho no va a desaparecer.
Estas embarazada, mejor embarazadísima, en cada célula de tu cuerpo, y ya no
tienes escapatoria, ya no se piensa ni se decide nada a menos q seas partidaria
de acabar con una vida que ni siquiera te pertenece.
Ahora bien, ¿Aun escuchas
la voz con eco en tu cabeza diciéndote que hacer? No. Las madres ya no escuchan
esa voz escuchan otra la de la razón, que cayó la de la testarudez. Entiende ese momento de gozo y de placer
infinito la vida te lo cobro por no haberte tomado en serio lo que ibas a hacer.
Reaccionas y vuelvas a dónde estabas antes de creerte muy
madura, lo entiendes la libertad que alcanzaste a acariciar, se esfuma y por
fin entiendes que ya no basta con que tu cuerpo, el que te aprisiona el alma ya
no solo es una prisión, ahora será una prisión compartida, con alguien que no
conoces y robara tu aliento cada instante de tu futura vida.
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